Maricucha trabaja cocinando en la gran casa del noble anciano Don Antonio. Las hijas arpías de Don Antonio quieren aprovecharse de su fortuna, pero por suerte a Maricucha y el abuelito se les ocurre un gran plan: se casarán para que ella pueda hacerse pasar por “su viuda” y así administrar con honestidad toda su fortuna, dándole una gran lección a toda su familia.